Es la historia de un recluso,
lo que voy a contar,
solo tenia dos amigos,
soledad y libertad,
pues un cariño tubo un día,
que adoraba con pasión,
pero la cárcel maldita,
de sus brazos la apartó,
la busco noche y día,
pero no la pudo hallar
y un dolor tan profundo,
le atormenta sin cesar,
ella se llamaba felicidad,
y así llamo a su guitarra,
en recuerdo de su amor,
en el leer busco el olvido,
en recuerdo de su pesar,
y hoy solo le queda un amigo,
que se llama libertad.
j.s.p.
Recuerdo cuando pusiste tus manos sobre las mías y me dijiste que nunca me dejarías.
Qué eres guapo bien lo sabes,
que tienes buen corazón,
pero tienes un defecto,
que eres falso en el amor.
Te guiñe el ojo y creíste que era conquista, no amigo, era un problema de vista.
A la luz de las estrellas,
esta carta voy dictando,
para mi querido amigo,
que la está esperando.
De arriba abajo,
eres muy majo,
de cuerpo entero,
¡estás de miedo!,
pero ¿para que tanto rodeo?,
para decirte '' te quiero''.
¡vive a loco, que lo bueno dura poco!
Cuando quieras ven a verme,
yo no te guardo rencor,
pues, todo lo que me has hecho,
creo que fue por amor.
La franqueza no es decir todo lo que se piensa, sino pensar todo lo que se dice.